Angkor Wat

Una bella Apsara en la esquina meridional del gopura oeste de entrada a Angkor Wat muestra sus dientes a la salida del sol, mientras sus novecientos noventa y nueve compañeras guardan una serena sonrisa hacia todas las dirección imaginables, así de única es la experiencia de estar paseando por templos de esta maravilla del mundo, mientras tomas un refrigerio, una gigantesca cara vigila los cuatro puntos cardinales del planeta, una explanada de agua simbolizando el océano, sostiene a flote una Naga de siete cabezas que representa las montañas y la tierra que sustentan el monte Meru con sus cinco picos, Rama se encuentra sobre los hombros de Hanuman en su epopeya luchando a lado de Valin para recuperar a su esposa Sita, templos hinduistas de la más exquisita belleza , que por si solos cuentan la mitología indostaní, en donde algunas de las Lingas se han visto remplazadas por hermosas esculturas de Budha. en una fusión que solo puede traer una sensación de dicha  estar  en un lugar único en el mundo, he pasado 4 días de intensas visitas por casi toda la extensión del complejo, 100 % en bicicleta, 100% ecológico, 110% maravillado. entre sus amigables pistas, y calmos templos he recorrido 253 km en 4 días, y no lo abre visto todo, pero esta vez hay que decir que yo no he pasado por el templo , mas sino el templo a pasado por mí, es mi último día antes de ponerme en dirección a Tailandia, de donde seguro tendrán mi próximo post. (Disculpen el vocabulario no era mi intención)

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